Los ERPs se han convertido en imprescindibles para la correcta gestión de los negocios.
El uso generalizado de software corporativo hace que los sistemas de gestión ERP sean el centro de cualquier tipo de negocio. Su adaptabilidad y funcionalidad son solo dos de sus características más destacadas, pero antes de comentarlas, quizás valga la pena explicar qué es y cómo puede ayudar a mejorar el desempeño de nuestra empresa.
Un ERP (Enterprise Resource Planning) es un conjunto de aplicaciones de software integradas que nos permiten automatizar la mayoría de los procesos relacionados con las operaciones o aspectos productivos de nuestra empresa, facilitando y centralizando la información en todas las áreas: compras, producción, logística, finanzas, recursos humanos, marketing, servicio, proyectos y atención al cliente.
Algunas de las principales características del software ERP son su modularidad y escalabilidad, es decir, aquellas funciones que nuestra empresa necesita siempre, sin limitar o poner en peligro el crecimiento o las necesidades futuras, asegurando así que la inversión se hace bien desde el principio.
Para la implementación exitosa de un ERP, es imprescindible contar con una partner tecnológico que revise nuestro modelo de negocio, estrategia, procesos y el flujo de información necesario entre los diferentes departamentos que lo componen. Utilizando el análisis anterior para revisar, modelar y mejorar todos los aspectos y procesos que consideramos.
La premisa básica y esencial del ERP es centralizar y unificar los datos de las diferentes áreas de nuestra empresa, evitar duplicidades y facilitar el flujo de información.